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lunes, 23 de septiembre de 2013

DEBORA: una líder bendecida por Dios.




Débora fue una mujer que llegó a ser una jueza en Israel. Era muy conocida por su sabiduría y sus piadosos consejos. Pero Débora llegó a ser más que una consejera, ella dirigió a los israelitas a una victoria en la batalla contra sus enemigos.
Débora vivió durante una época muy difícil en la historia de Israel, después de la muerte de Josué y antes de que Israel tuviera su primer rey. Josué era el líder escogido por Dios después de la muerte de Moisés para guiar a los israelitas a la Tierra Prometida. Sin embargo allí desarrollaron un triste patón de conducta: rebelión contra Dios, derrota a manos de sus enemigos y clamor de arrepentimiento a Dios. Como respuesta a sus clamores, Dios levantaría un juez, para que les dé victoria contra sus enemigos. Después de un período de paz y prosperidad el ciclo se repetía: rebelión, derrota, arrepentimiento, liberación y paz.
Es importante entender lo que dice la Biblia respecto a jueces, para poder apreciar más a fondo las lecciones que se pueden aprender de Débora, veamos lo que dice Jueces 2:16 y 2:18, Débora fue la quinta juez de los israelitas. La gente sabía que Dios la designó y la bendijo. Ella tenía gran fe en Dios y creía que Dios rescataría a su pueblo si lo honraba,
La historia de Débora se encuentra en los cap. 4 y 5 del libro de Jueces, nuevamente el pueblo de Israel se había rebelado contra el Señor y por eso sufrieron veinte años de opresión bao el gobierno de su enemigo, las Escrituras nos da muy poca información de Débora, Jueces 4:4 revela la única información personal que tenemos de ella, que estaba casada con Lapidot, que era profetisa y que gobernaba en aquel tiempo a Israel.
Al leer a Jueces 4:5-9,13,16 tengamos en mente que Débora era juez, esposa y profetisa, que revelaba a los hombres la voluntad de Dios. La historia concluye con el asesinato de Sísara a manos de una mujer llamada Jael. Dios le dio una gran victoria a su pueblo. Todo lo que profetizo Débora se cumplió, por lo cual sabemos que era una verdadera profetisa de Dios. Una prueba de que un profeta o una profetisa era de Dios, era que se cumplieran todo lo profetizado.
Hoy en día muchas personas que dicen ser profetas de Dios. La Palabra de Dios nos da ciertas pautas para que podamos saber quien es un verdadero profeta y quién no lo es. En Deuteronomio, Dios dio muchas de las leyes que su pueblo había de seguir cuando entraran a la tierra Prometida, Deum. 18:21-22 nos dice algo sobre las profecías y el mismo libro en 13: 1-3 da otra pauta, de que aún si se cumplen las predicciones de un profeta pero este trata de alejar al pueblo de Dios de las Escrituras no es un verdadero profeta.
Cualquiera que diga que es un profeta de Dios debe comprobarlo por el infalible cumplimiento de sus profecías. Aún así, se deben examinar el resto de sus enseñanzas. Si sus profecías no se cumplen, o si intenta alejar al pueblo de su Dios, Dios advierte que dicha persona no es un verdadero profeta.
Débora respondió a la victoria que Dios les dio cantando un hermoso dúo con Barac. En Jueces 5, encontramos que le dieron toda la alabanza al Señor porque Él salvó a Israel. Aún después de esa victoria Débora permaneció fiel a Dios, ella no se enorgulleció sino que continuó guiando a los hijos de Israel de acuerdo con las leyes de Dios, ella aceptó el papel que Dios le dio y su don de liderazgo, ella era juez escogida por Dios y después de la tremenda victoria, continuó cumpliendo sus responsabilidades. A veces cuando Dios nos permite usar nuestros dones para hacer una tarea para Él, nos engreímos con nuestras habilidades o pensamos “ yo ya he hecho mi parte, ahora que obren los demás “, ninguna de estas actitudes es la correcta, debemos continuar utilizando los dones que Dios nos ha dado. Veamos que Débora sabía que Dios le daría la victoria, así que confió en que Él lo haría. Al hacerlo, pudo declarar la victoria con confianza. Del mismo modo, nosotros debemos leer las promesas de Dios  en su Palabra y luego reclamar la victoria sobre el enemigo de nuestras vidas.
La batalla de Débora era contra enemigos humanos, hoy los creyentes en Cristo peleamos en una batalla espiritual contra el orgullo, pensamientos lujuriosos y otros pecados ¿Hay alguna área en nuestra vida espiritual donde necesitamos reclamar la victoria, como lo hicieron Débora y Barac contra los enemigos de Israel? La palabra de Dios dice cómo podemos tener una vida victoriosa sobre el pecado. Tenemos que reclamar las promesas de Dios y cómo lo hacemos:
1. Conociendo las promesas de Dios, debemos leer su Palabra, sino conocemos sus promesas cómo podemos reclamarlas.
2. Creyendo que Dios hará lo que ha prometido.
3. Dándole gracias a Dios por sus promesas al hablar con Él en oración. Dios promete la victoria para que podamos contar con Él y darle las gracias por adelantado, es la solución a los problemas en nuestras vidas, Dios es nuestro libertador.
Sal18:2-3 Señor, roca mía y castillo mío, y mi libertador, Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré, mi escudo y la fuerza de mi salvación, mi alto refugió. Invocaré al Señor, quien es digno de ser alabado, y seré salvo de mis enemigos.

 

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